¿Es posible recuperarse de un cáncer cambiando la dieta? Un
testimonio reciente apoya esta teoría. Es la increíble historia de Allan
Taylor, diagnosticado de cáncer de colon. ¿Quieres conocerla?
El protagonista de esta historia es un hombre de 78 años, de
Middlesbrough (Reino Unido). Allan Taylor había conseguido curarse de un cáncer
realizando algunos cambios en su dieta, como sustituir la carne roja y los
productos lácteos por diez frutas y verduras al día. Los médicos le habían
informado de que, por desgracia, no se podía hacer nada más para curar el
cáncer de colon del que había sido diagnosticado, y por el que ya se había
sometido a una cirugía y a varios tratamientos. Una triste noticia que le fue
comunicada por carta, informándole de que ya no había ningún motivo para
continuar con el tratamiento de quimioterapia y que una operación no podría
ayudarle. “Me dijeron que, aunque quitaran el cáncer, sin duda se desarrollaría
de nuevo en otro lugar”, declaró el propio Taylor al periódico Sunday Mirror,
“pero yo ya estaba decidido a mantener el optimismo y a encontrar mi propia
cura”, añadía.
Allan Taylor no se rindió y empezó a buscar en Internet una
cura alternativa para derrotar al cáncer contra el que los médicos creían que
no había nada más que hacer. Después de una cuidadosa investigación, a sus 78
años, decidió cambiar de manera radical su dieta, logrando mejorar drásticamente
su condición clínica. Sustituyó las carnes rojas y los productos lácteos por 10
porciones de frutas y verduras al día. Su dieta incluía además hierbas en
polvo, curry, semillas de albaricoque y selenio. Los resultados fueron
increíbles. Una nueva carta del hospital, tras realizarse nuevas pruebas,
confirmó que “el cáncer había desaparecido por completo. Estaba sano”. Taylor
apuntaba además que la cucharada de polvo de cebada, disuelta en agua caliente,
que bebía cada mañana y cada noche desempeñó un papel especialmente importante
en su recuperación. “No tengo ninguna duda sobre el hecho de que mi dieta me ha
salvado la vida”, dijo. “Y todo ello por un coste de 40 euros a la semana” (cerca
de 45 dólares a la semana).
La historia, con final feliz, de Taylor está ahí. Aunque no
hay evidencia científica de que la dieta sea en realidad el motivo de su
increíble recuperación, lo cierto es que algunas de las sustancias introducidas
en su dieta sí pueden traer beneficios para la salud. En particular hablamos
del
- Polvo de cebada: Reduce la acidez gástrica.
- Curry: Tiene propiedades antiinflamatorias para el estómago y los intestinos.
- Selenio: Apreciado por sus propiedades antioxidantes que protegen a las células de los radicales libres.
- Semillas de albaricoque: Contienen vitamina B17, que parecer reaccionar solo ante la presencia de una enzima contenida en grandes cantidades en las células afectadas por el cáncer.
Lo que queda claro, al conocer esta historia, es que hay una
serie de factores –como la importancia de la alimentación en nuestra salud- que
no se deben subestimar. No en vano se estima, según datos médicos, que comer
mal provoca el 35% de los tumores. Aunque lógicamente solo los expertos pueden
dar un veredicto final sobre la curación de Allan Taylor.