©Biblioteca aga/Wikimedia Commons
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Un grupo de investigadores que desarrolló un “traductor”
para comunicarse con delfines informó esta semana del primer uso exitoso de
esta tecnología.
El dispositivo, que funciona en tiempo real, podría
utilizarse en el futuro para hacer que la comunicación con estos cetáceos sea
mutua.
El equipo que lo probó forma parte de Wild Dolphin Project y
está comandado por Denise Herzing. En octubre pasado, el prototipo de la
interfaz utilizada, llamado CHAT, detectó a un delfín decir “sargazo”,
indicando a un género de macroalga marina con la que estos animales suelen
jugar bajo el agua.
“CHAT es más que una interfaz acústica submarina”, explicóHerzig. “Provee de sonidos con significados mutuos que tanto los humanos como
los delfines pueden aprender a usar juntos”.
Estos sonidos asociados a objetos en el agua fueron
inventados por los investigadores mientras jugaban con una familia de delfines
que Herzing investiga con su organización durante más de 25 años, con la
esperanza de que estos animales adoptaran los silbidos y los reprodujeran para
comunicarse con ellos. Y esto finalmente sucedió con uno de los ejemplares.
©Arnaud Abadie/Creative Commons
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El equipo de Herzing ha desarrollado ocho “palabras” que
tienen la forma de la vocalización de los delfines para referirse a elementos
del medio ambiente de los animales, como “sargazo” y “montar la ola” -que se
usa cuando un delfín juega en la onda creada por un bote en el mar-.
Además de detectar silbidos inventados, el equipo espera
también codificar qué significan los silbidos naturales de los delfines.
La interfaz de “traducción” fue desarrollada por Thad
Starner, que construyó el CHAT en el Instituto Georgia de Tecnología, junto a
alumnos de esa universidad, usando algoritmos especialmente diseñados para
descubrir patrones, analizar silbidos y extraer rasgos distintivos en la comunicación
de los delfines que el oído humano no es capaz de oír.
El software analiza dichos silbidos buscando rasgos que se
desvían de lo normal. Por cada desviación, se obtiene un conjunto de silbidos
particulares y otros patrones interesantes que los delfines repiten para
intercambiar información. El secreto yace justamente en la repetición de esta
comunicación, porque le indica a los investigadores que el sonido no es
azaroso: son patrones que tal vez los humanos podríamos descubrir e
interpretar.
Aunque la repetición de un silbido común humano-delfín no
volvió a repetirse, Starner señala que logró descubrir diferentes componentes,
o unidades de significado, en 73 silbidos durante la interacción entre madres y
crías. Los resultados finales se presentarán en mayo, en la Conferencia
Internacional de Acústica, Discurso y Procesamiento de Signos, en Florencia,
Italia.
Desde hace años, el trabajo que realiza el equipo de Herzing
con los delfines salvajes es ejemplar por lo cuidadoso del hábitat y la conducta
de los animales. “Es un poco como ser una antropóloga”, dijo aquélla. “Quieres
observar y entender la cultura antes de empezar a interactuar con ella. Me
preocupo constantemente por mantener la ‘etiqueta de los delfines’ en el agua
y, con los años, hemos aprendido qué no hacer, a mostrar respeto y
entendimiento de sus reglas tanto como fuera posible”.
©Jason Pratt/Creative Commons
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Su organización, Wild Dolphin Project fue fundada en 1985.
Su misión consiste en investigar a un mismo grupo de delfines en su hábitat a
largo plazo y de forma no invasiva para observar su estructura social, el medio
en el que se mueven y la forma de comunicarse. Su trabajo es el estudio
submarino más longevo del mundo y abarca a familias de delfines manchados del
Atlántico y delfines nariz de botella que habitan en la zona de las Bahamas.
El lenguaje de estos animales es un tema de larga data que
intriga mucho a los científicos. Curiosamente, en la década de 1970, en
Australia se intentó crear una “embajada” de delfines, con la idea de aprender
a comunicarnos con estas criaturas. A pesar de una donación de la Fundación
Rockefeller, el proyecto nunca se concretó, pero las investigaciones en el
ámbito académico nunca cesaron.
Pero más recientemente, gracias a los avances de latecnología, fue posible conducir una nueva clase de estudios en el campo de la
comunicación animal. Entre los resultados en el mundo de los delfines, se ha
podido comprobar que estos cetáceos pueden nombrarse entre sí mediante un
silbido único, y que tienen un nivel de memoria que se mantiene en el tiempo,
parecido al de los humanos. Este último estudio, por ejemplo, descubrió que los
animales podían reconocer a otros delfines que no habían visto en más de 20
años.
Para Wild Dolphin Project, los descubrimientos en el campo
de la cognición de los delfines nos ayudarán a definir mejor nuestra relación
con ellos. Con su trabajo, esperan crear un puente que trascienda las barreras
artificiales entre nuestras dos especies y poder establecer, finalmente, un
sistema de comunicaciones mutuamente comprehensivo.
Fuente: Animal Planet