domingo, 13 de abril de 2014

CADA VEZ MÁS CERCA DE UN TRADUCTOR HUMANO-DELFÍN

©Biblioteca aga/Wikimedia Commons
Un grupo de investigadores que desarrolló un “traductor” para comunicarse con delfines informó esta semana del primer uso exitoso de esta tecnología.

El dispositivo, que funciona en tiempo real, podría utilizarse en el futuro para hacer que la comunicación con estos cetáceos sea mutua.

El equipo que lo probó forma parte de Wild Dolphin Project y está comandado por Denise Herzing. En octubre pasado, el prototipo de la interfaz utilizada, llamado CHAT, detectó a un delfín decir “sargazo”, indicando a un género de macroalga marina con la que estos animales suelen jugar bajo el agua.

“CHAT es más que una interfaz acústica submarina”, explicóHerzig. “Provee de sonidos con significados mutuos que tanto los humanos como los delfines pueden aprender a usar juntos”.

Estos sonidos asociados a objetos en el agua fueron inventados por los investigadores mientras jugaban con una familia de delfines que Herzing investiga con su organización durante más de 25 años, con la esperanza de que estos animales adoptaran los silbidos y los reprodujeran para comunicarse con ellos. Y esto finalmente sucedió con uno de los ejemplares.

©Arnaud Abadie/Creative Commons

El equipo de Herzing ha desarrollado ocho “palabras” que tienen la forma de la vocalización de los delfines para referirse a elementos del medio ambiente de los animales, como “sargazo” y “montar la ola” -que se usa cuando un delfín juega en la onda creada por un bote en el mar-.

Además de detectar silbidos inventados, el equipo espera también codificar qué significan los silbidos naturales de los delfines.

La interfaz de “traducción” fue desarrollada por Thad Starner, que construyó el CHAT en el Instituto Georgia de Tecnología, junto a alumnos de esa universidad, usando algoritmos especialmente diseñados para descubrir patrones, analizar silbidos y extraer rasgos distintivos en la comunicación de los delfines que el oído humano no es capaz de oír.

El software analiza dichos silbidos buscando rasgos que se desvían de lo normal. Por cada desviación, se obtiene un conjunto de silbidos particulares y otros patrones interesantes que los delfines repiten para intercambiar información. El secreto yace justamente en la repetición de esta comunicación, porque le indica a los investigadores que el sonido no es azaroso: son patrones que tal vez los humanos podríamos descubrir e interpretar.

Aunque la repetición de un silbido común humano-delfín no volvió a repetirse, Starner señala que logró descubrir diferentes componentes, o unidades de significado, en 73 silbidos durante la interacción entre madres y crías. Los resultados finales se presentarán en mayo, en la Conferencia Internacional de Acústica, Discurso y Procesamiento de Signos, en Florencia, Italia.

Desde hace años, el trabajo que realiza el equipo de Herzing con los delfines salvajes es ejemplar por lo cuidadoso del hábitat y la conducta de los animales. “Es un poco como ser una antropóloga”, dijo aquélla. “Quieres observar y entender la cultura antes de empezar a interactuar con ella. Me preocupo constantemente por mantener la ‘etiqueta de los delfines’ en el agua y, con los años, hemos aprendido qué no hacer, a mostrar respeto y entendimiento de sus reglas tanto como fuera posible”.

©Jason Pratt/Creative Commons

Su organización, Wild Dolphin Project fue fundada en 1985. Su misión consiste en investigar a un mismo grupo de delfines en su hábitat a largo plazo y de forma no invasiva para observar su estructura social, el medio en el que se mueven y la forma de comunicarse. Su trabajo es el estudio submarino más longevo del mundo y abarca a familias de delfines manchados del Atlántico y delfines nariz de botella que habitan en la zona de las Bahamas.

El lenguaje de estos animales es un tema de larga data que intriga mucho a los científicos. Curiosamente, en la década de 1970, en Australia se intentó crear una “embajada” de delfines, con la idea de aprender a comunicarnos con estas criaturas. A pesar de una donación de la Fundación Rockefeller, el proyecto nunca se concretó, pero las investigaciones en el ámbito académico nunca cesaron.

Pero más recientemente, gracias a los avances de latecnología, fue posible conducir una nueva clase de estudios en el campo de la comunicación animal. Entre los resultados en el mundo de los delfines, se ha podido comprobar que estos cetáceos pueden nombrarse entre sí mediante un silbido único, y que tienen un nivel de memoria que se mantiene en el tiempo, parecido al de los humanos. Este último estudio, por ejemplo, descubrió que los animales podían reconocer a otros delfines que no habían visto en más de 20 años.

Para Wild Dolphin Project, los descubrimientos en el campo de la cognición de los delfines nos ayudarán a definir mejor nuestra relación con ellos. Con su trabajo, esperan crear un puente que trascienda las barreras artificiales entre nuestras dos especies y poder establecer, finalmente, un sistema de comunicaciones mutuamente comprehensivo.

¿Qué te parece el estudio? ¿Crees que alguna vez podremos comunicarnos con los delfines?

Fuente: Animal Planet
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